Descripción
Este libro no es solamente un ramillete de crónicas periodísticas. Es también un mensaje cargado de sentido: creativo, medioambiental y narrativo. Y es, por descontado, un aviso, un anuncio y, de alguna manera, una advertencia (literal y metafórica). Lo escribió William Shakespeare: «No ensucies la fuente donde has apagado tu sed». Es un mensaje que sirve para empezar a cuidar nuestro planeta de otra forma, desde otra perspectiva. También, para contarlo con otras miradas. Además, podríamos interpretarlo como un consejo para el periodismo que necesitamos, y que –desde hace unas décadas– solloza, herido.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.