Descripción
La Barcelona preolímpica, de inicios de los 90, modifi caba lentamente
su apariencia mientras que, al mismo tiempo, ofrecía la posibilidad
de drásticas mejoras entre sus habitantes más ambiciosos.
De todo ello, Oriol sería testigo en persona.
«En la vida te vas a encontrar con muchos hijos de puta…, y no
todos cantan el Cara al sol.»
Con la ayuda de Ramón, un rudo funcionario de prisiones de la
Barceloneta, este joven universitario sabadellense aprendería de la
vida y de prisiones. Un entorno, el carcelario, al que accedería fácilmente
con el objeto de proteger a un compañero anarquista que
dio con sus huesos en la temible Modelo, tras atracar varios bancos.
Detallado e irreverente recorrido de los cuarenta años de gestión de
prisiones en Catalunya, los cuales son, de forma inédita, explicados
bajo el punto de vista de quienes más y mejor conocen el entorno
penitenciario: los funcionarios de prisiones.
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