Descripción
Lord Byron dice que el poeta es un charlatán (babbler), y Fernando Pessoa, que es un fingidor. El autor de Túnel sin estrellas cree que todo aquél que se interna consciente e intencionalmente en el reino del lenguaje con el objetivo de construir versos que aún no han sido escritos, intentando que la poesía sea catarsis y liberación, pero también conocimiento y comunicación, no puede ser menos que un charlatán y un fingidor. En este poemario, Abelardo Gil charla consigo mismo y finge todo lo que su experiencia le permite fingir, pero busca, en esencia, pasear, a través de los poemas y sin temor, por su propio laberinto. Laberinto que, carente de ángeles, no oculta más que lo que se es y lo que se siente.
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